La agenda institucional se reanudó hace prácticamente 2 meses, pero el sector de los eventos no consigue alzar el vuelo como nos gustaría

Prudencia, responsabilidad sanitaria o necesidad de ahorro-… lo que es cierto es que en los últimos tres meses el volumen de actividad ha sufrido una caída sin precedentes. La pandemia sanitaria de la Covid19 paralizó toda la agenda institucional y actividad de actos y eventos de todo el país.
Y aunque afortunadamente yo he podido retomar ligeramente la actividad con un porfolio de eventos muy austero con un aforo limitadísimo y todas las medidas que nos dictan las autoridades sanitarias. Los actos que estoy llevando a cabo en esta etapa post pandemia, están enfocados en acciones propias muy puntales que abarcan principalmente visitas, organización de reuniones o encuentros, y la organización de dos plenos municipales uno híbrido y otro ya presencial hace unos días,
Pero siendo sinceros los rebrotes de los últimos días y la normativa estatal o autonómica poco definida no nos está permitiendo planificar y coordinar eventos con cara y ojos , creo que hablo en nombre de muchos cuando afirmo que existe una sensación común de que nadie hace nada, no por ganas, sino por responsabilidad e imagen y por supuesto, por la carencia de un amparo normativo claro en el sector de los eventos.
Aun así, creo que puede ser beneficioso mostrar la actividad de eventos en la nueva normalidad , que por reducida que sea si hacemos comparaciones en la pre pandemia, va siendo gradual, pero por supuesto desde el prisma de la profesionalidad. La prevención y control del riesgo en los eventos no se resume en colocar las sillas a 1,5 metros y contabilizar el aforo, detrás hay un gran trabajo en la elaboración de proyectos, planes de contingencia, la asesoría judicial..etc.