
El COVID-19 nos ha traído una oleada de eventos virtuales y una posible tendencia a continuar con esta dinámica, estoy segura que cada uno de nosotros estamos viviendo una agenda semanal repleta de webinars, jornadas onlines, seminarios…etc. con la problemática en algunos días de no saber a cuál conectarte.
Algo similar como cuando te encuentras en un supermercado donde tienes miles de productos para elegir pero que a veces por circunstancias del momento se te hace complicado saber con cual quedarte. Y ante esta cuestión me planteo ¿Querrán venir los invitados a nuestros eventos?
Empieza una dura competición, la elección de eventos
Como organizadores profesionales de eventos es cierto que este tsunami COVID-19 nos ha dejado totalmente desconcertados, y vamos paso a paso, siguiendo las indicaciones sanitarias de las instituciones, sin perder el rumbo, trabajando muy mucho el cómo serán nuestros eventos en un corto plazo, y el cuándo podremos empezar a realizarlos, pero personalmente una cuestión que me está preocupando sobre manera es la falta de asistentes en nuestros eventos.
La falta de asistentes en ambos formatos, quiero decir, tanto en el formato virtual, donde competiremos con otras muchas entidades, no podemos pasar por alto que está pandemia de un modo o de otro nos ha cambiado rutinas y estilos de vida, aunque seamos seres sociales por naturaleza, el evento virtual, seguramente no profesional, como el streamings, webinars…etc. prolifera, y es un gran competidor para nosotros en el momento de la elección final del invitado.
Como en el formato presencial o hibrido donde los nuevos requerimientos de seguridad y salud pública ( distanciamiento, aforos, prevención de riesgos) y el miedo al contagio en un evento son argumentos que hacen mucho más dura la competición.
Por tanto, es cuestión inmediata, no obstante como organizadores de eventos somos conscientes que menos es más, y que un evento bien formulado, tiene garantías de éxito, sin embargo es significativo poner este tema encima de la mesa fundamentalmente por dos cuestiones, el desconocimiento de cómo reaccionará nuestro futuro invitado, y el cómo reaccionarán nuestros responsables/ jefes, que pueden sentir inquietud, por tanto nosotros tenemos que estar con los argumentos preparados.
Nuestros aliados, los medios de comunicación
Y por finalizar, no quiero olvidarme de nuestros aliados y compañeros en la batalla, los medios de comunicación, igualmente afectados, tenemos por delante el aún más difícil reto de que cubran nuestros eventos, y todo dependera de la evolución de la pandemia, cuanto más intensa sea menos equipos podrán salir a la calle, como más afecte la crisis económica, menos redactores cubrirán noticias, y realmente los necesitamos, nuestros prescriptores dan veracidad a lo sucedido en un acto, pero los medios de comunicación generan un prestigio/posicionamiento preciso para mantener la reputación de una institución a flote, por tanto no podemos prescindir de ellos (todo mi cariño y ánimo para vosotros).