Los desayunos de trabajo se han convertido en un evento habitual en el mundo de la empresa ¿Pero realmente el formato es el adecuado?
No me cabe duda que los desayunos de empresa se han convertido en uno de los eventos estrella para el mundo de la empresa. Este formato más distendido de reunión permite o favorece el diálogo entre las personas invitadas, pero realmente las personas que forman parte de él pueden disfrutar de los productos que hay encima de la mesa. En la siguiente Entrada comparto mi punto de vista sobre el formato y como lo resuelvo, espero que te sea de ayuda;
La comida se queda encima de la mesa
Si alguna vez has organizado un desayuno de trabajo o has participado en él seguro que habrás observado que gran parte de la comida se queda encima de la mesa. Pero cuál es el motivo de que la comida se quede encima de la mesa, por supuesto que no es que no guste, ya que normalmente encontraremos piezas de bollería, fruta, panes…etc. por supuesto fácil de comer.
En mi opinión, el motivo es claro, culturalmente para los mediterráneos es incómodo o nos puede parecer poco apropiado comer mientras estamos manteniendo una conversación de trabajo.
Desayuno previo al inicio de la reunión
En mi opinión, y así me gusta organizarlo. En primer lugar indicar en el orden del día de la convocatoria a la reunión que previa a la misma, en torno a unos 20 minutos previos se ofrecerá un desayuno.
Esta opción nos permite que los invitados a la reunión de trabajo vayan llegando de forma escalonada, vayan tomando fuerza, charlando con los compañeros mientras toman un café, zumo o comen algo o también leen la prensa del día…etc.
Cómo montar el desayuno
Particularmente me gusta que el desayuno en sí esté en sala diferenciadas para trabajar ambos ambientes, si no es posible, la opción de montar un corner donde esté el desayuno.
En ambos formatos, colocar un par de mesas de apoyo para poder dejar el café y la comida que hayamos preparado. Por supuesto, imprescindible conocer quién viene a nuestra reunión y personalizar el menú, y como no consultar si hay alguna persona celiaca, ya que si abrimos mucho la opción de las intolerancias se puede compartir en un auténtico menú a la carta.
Otros formatos
Por último, puedes estar pensando en los formatos de desayuno de trabajo como los que han puesto de moda los periódicos, donde se invita a un conferenciante mientras los invitados distribuidos normalmente redondas , desayunan mientras escuchan los parlamentos.
Prefiero otro formato fundamentalmente porque muchos de los invitados tienen una visibilidad nula, se genera ruído que hace a su vez que se pierda la atención hacia el conferenciante. Si la gente está en torno a una mesa con comida intercambia palabras, y se genera un bullicio silencioso poco agradable, además del trasiego constante de los camareros durante la conferencia.
En definitiva, lo cotidiano, nuestra forma de actuar y de ser como comunidad hay que trasladar a los eventos, desayunemos primero y trabajemos después.