Lo más grave del incidente protocolario del 2 de Mayo en la Puerta del Sol es que se ha cuestionado la labor de los profesionales de protocolo.
El papel de los técnicos de protocolo del Ministerio de Presidencia del gobierno de España y de la Comunidad Autónoma de Madrid fue lamentablemente el protagonista del Acto a causa de la asistencia, participación y ubicación de un Ministro.

¿Qué produjo está situación?
Siempre hay dos lados, dos versiones, dos verdades en cada historia, y nada entiendes hasta haber oído ambas, pero en ocasiones cuando las posturas no llegan a un consenso se producen lecturas individualizadas y situaciones que trascienden al interés particular de quienes las producen.
Y con esta reflexión inicial me refiero al suceso desagradable e innecesario que se produjo hace unos días en el marco del Acto Institucional del Día de la Comunidad de Madrid, un hecho que ha puesto en entredicho la labor de los profesionales de protocolo y eventos.
El pasado martes 2 de mayo tenía lugar en la capital de España el Acto Institucional con motivo del Día de la Comunidad de Madrid, un acto organizado por la Presidencia de dicha comunidad autónoma, y en el que desafortunadamente el papel de los técnicos de protocolo del Ministerio de Presidencia del gobierno de España y de la Comunidad Autónoma fueron los protagonistas del acto a causa de la asistencia, participación y ubicación de un Ministro y de la actuación de la responsable de protocolo de la Comunidad de Madrid.
Para entender esta situación hay que remontarse al pre evento
Cuando la Presidencia Autonómica de Madrid estaba cursando las invitaciones al acto como organizadora y anfitriona estimó oportuno no invitar al Presidente del Gobierno, y si invitar a la Ministra de Defensa y la Ministra de Política Territorial, un hecho que puede realizar ya que tiene autonomía para invitar a quién estime oportuno pero que considero como un gesto descortesía institucional.
Este suceso desencadenó en que el Ministro de la Presidencia forzase su asistencia, participación y ubicación en el acto poniendo en una situación muy compleja a la técnico de protocolo de la comunidad de Madrid la compañera Alejandra Blázquez.
El incidente que nunca debió ocurrir
El Ministro de Presidencia finalmente acudió al Acto del día de la Comunidad de Madrid y estuvo ubicado en la primera fila junto al resto de autoridades en el Edificio de la Casa de Correos, sede de la institución anfitriona, hasta ese momento el acto se desarrollaba con normalidad institucional hasta que llegó la segunda parte del mismo, la parada militar en la madrileña Puerta del Sol.


En ese momento previo al inicio de la parada militar fue cuando se produjo el desagradable suceso, las autoridades que habían pactado que accedieran a la presidencia de la tribuna fueron llamadas para ocupar su ubicación, pero en ese instante el responsable de protocolo del Ministerio de Presidencia alentó al Ministro a que siguiera a las autoridades hasta los pies de la tribuna y fue cuando se produjo la situación desafortunada, la negativa de la responsable de protocolo de la Comunidad de Madrid al acceso del Ministro de Presidencia a la tribuna, argumentando al equipo técnico del ministerio razones de carácter técnico, normativo y de representación institucional.
Mi análisis
- Desde ese mismo instante se desataron en los medios de comunicación innumerables declaraciones y opiniones poco o nada contrastadas con expertos en la materia de protocolo institucional dañando la labor de los profesionales del protocolo y la organización de actos.
- En mi opinión los servicios de protocolo de la Comunidad de Madrid actuaron correctamente, ejecutando las indicaciones que su gabinete se le había indicado. En un acto institucional de tal importancia como el día de la Comunidad de Madrid y teniendo en cuenta la tensión política y mediática, la flexibilidad o improvisación podría haber desencadenado un mal mayor.
- A mi parecer el incidente se podría haber evitado si la Comunidad de Madrid hubiera tenido la cortesía institucional de invitar al Presidente del Gobierno, no obstante la Presidenta en su condición de anfitriona tiene el derecho de invitar a quien ella estime oportuno, y como “Dos no se pelean si uno no quiere” el asesoramiento al Ministro de forzar una situación tan tensa creo que no fue en absoluto acertado.
- El argumento del Ministerio en cuanto a la representatividad del Gobierno no es correcto, el artículo 9 del Real Decreto de Precedencias del Estado que indica
Artículo 9 del Real Decreto de Precedencias del Estado »
«La persona que represente en su cargo a una autoridad superior a la de su propio rango no gozará de la precedencia reconocida a la autoridad que representa y ocupará el lugar que le corresponda por su propio rango, salvo que ostente expresamente la representación de Su Majestad el Rey o del Presidente del Gobierno.«La persona que represente en su cargo a una autoridad superior a la de su propio rango no gozará de la precedencia reconocida a la autoridad que representa y ocupará el lugar que le corresponda por su propio rango, salvo que ostente expresamente la representación de Su Majestad el Rey o del Presidente del Gobierno.»
- La consecuencia más inmediata y perjudicial de este suceso es la imagen distorsionada que la sociedad está recibiendo de nuestra profesión, comparándonos como en algunos medios de comunicación he podido leer, con guardias de seguridad mal educados que no dejan subir a una autoridad a una tribuna.
- Lo que sigue siendo evidente es que los profesionales de eventos y protocolo en casos como estos, estamos sometidos a recibir el peso de decisiones que están fuera de nuestras competencias. Aquí no es válida la famosa frase que acuño el pintor español Salvador Dalí “Que hablen bien o mal, lo importante es que hablen”.
Para finalizar este artículo, espero que continúe siendo un hecho aislado y las negociaciones entre las partes lleguen a buen puerto, primando la ética, el compañerismo, la generosidad…etc. como ocurre en la mayoría ocasiones de este tipo que de mayor o menor medida todos hemos vivido en algún momento de nuestra vida profesional.